La mujer atónita del desplante que causaba el hombre evadiendo su mirada a la mujer hizo que la sensación de curiosidad tornará en una desesperación aguda. Tal desesperación se veía motivada por la necesidad imperiosa de hablar con él. Ella tenía algo...
"¿Calle Liberto? No había oído hablar de esta calle nunca." Decía con la intención de que la conversación fueraa más.
"Sí que lo es. Yo vengo a esta calle desde siempre. A la misma hora me siento aquí desde que el Sol es Sol y la Luna, bueno, es la hija menor del Sol. Disculpe mi atrevimiento, pero ¿por qué me habla? Quiero decir, nadie me había hablado nunca, pero Usted es diferente. ¿Por qué?"
"Sí, tiene razón. Es bastante atrevido por su parte, pero me alegro de que me lo pregunte. No se asuste, esto es normal en los primerizos. Notan algo diferente y se estremecen."
El hombre, incrédulo de lo que oía se volvía cada vez mñas reacio a continuar con la conversación, pero en su interior quería seguir hablando con ella. Le intrigaba, quería saber los motivos. Sin embargo, temía que los motivos no fueran del su agrado. Pero eso le motivaba, le intrigaba. Notaba un cosquilleo, una vocecilla, un algo indescriptible.
"¿Primerizos? ¿a qué se refiere? Yo llevo aquí como le digo desde hace mucho tiempo. Mi vida se ha desarrollado entre estas calles" Le decía con estupefacción, mientras personas caminaban, hablaban entre ellos, gritaban otros, reían a carcajadas.
"Sí, no se lo niego señor, su vida ha transcurrido aquí, en esta ciudad. Pero esta calle no. Me explico, mi osadía tiene fundamento de tal forma que yo sé quien es Usted, de dónde viene, y cómo se siente. Siempre es así con los que llegan nuevos al Nuevo Mundo. Es rara la vez que no se asustan o incluso insulten a quienes les hablamos del lugar.
Veo que sigue perdido. Iré al grano directamente, pero no quiero que salga corriendo o haga cualquier locura. Digamos que esta calle no existe, es Usted quien la ha creado. Todo cuanto le rodea es suyo, es la consecuencia de su cerebro. Bueno de lo que queda en el alma de él."
"Señora, le diré que se extralimita. Yo no la conozco, así que por reciprocidad Usted no me conoce. Ni siquiera sabía el nombre de esta calle y ahora me dice que no existe. No sé quién es, pero no siga. Estaba muy bien, tranquilo sentado, hasta que me habló. ¡Habráse visto!"
"Sabía que ocurriría esto. Usted sí que me conoce, y bastante bien la verdad, las cosas como son. Por otro lado, si le pregunto por el nombre de la calle, es porque siempre son nombres diferentes. Cada uno le pone un nombre diferente, es algo que no podemos remediar. Por eso le pregunto. Pero veo aún sigue sin creerme."
"Obviamente que no le entiendo. Además, creo que debería dejar de molestar. Sé que aquí cerca hay un sanatorio muy bueno. Quizás debería acudir."
"Señor, le pido que me disculpe, pero creo que ya eshora de que le diga que lo que ve, todo lo que está a su alrededor, no existe. Es un Primerizo, es normal que le ocurran estas cosas"
"Explíquese"
"¿Por qué cree que nadie le habla, excepto yo? Nadie se sienta en su banco, nadie le mira. ¿Es raro no? ¿Por qué cree que siempre hay un niño llorando?¿ Por qué siempre hay un anciano mirando en la puerta de la Iglesia?"
"Rutina"
"No existe la rutina, señor. La rutina es el acto continuado de unas acciones que nos llevan a mecanizarnos la vida. La rutina no existe aquí. Aquí no hay vida. Sí la gente no le mira ni habla, es porque no le ven. Tanto ellos, como Usted no existen. Se lo diré claro y sencillo. Usted lleva vagando por aquí desde que el Sol es Sol y desde que la Luna, bueno, la hija menor del Sol. Usted está muerto."
"¿Cómo? Eso no es verdad, imposible que esté muerto siempre me levanto, desayuno y vengo a pasar el rato aquí en esta calle. Además, ¿por qué me habla usted? Usted sí me ve y me habla. ¿Por qué copia mis frases?"
"Corrección. Usted se levantaba y desayunaba, ya no. Lleva acostado bastante tiempo. Sí yo le veo, yo le hablo. Pero es porque Usted quiere que yo le vea y le hable. Repito lo que Usted dice, porque yo soy el resultado de Usted. Soy el espejo mal copiado de su alma. Soy la verdad que tiene cada ánima para llevarle al lugar adecuado, porque Usted está cansado ya, quiere seguir al lugar de descanso. Unos lo llaman Cielo, otros dicen que es la Reencarnación. El fin es el mismo, descansar de una vida por otra diferente."
Calle Liberto (Parte Segunda)
sábado, 15 de enero de 2011
Publicado por
Sergio
en
5:48
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